Generosidad
¿Te has considerado en algún momento generoso?
Si tu respuesta es sí, replantéate la pregunta teniendo en consideración que ser generoso, es el hábito de dar o compartir con los demás sin recibir nada a cambio.
Es decir, que es al ser un hábito, forma parte de tu personalidad y es un comportamiento que constantemente reflejado diariamente.
Ahora bien, la biblia en Proverbios 11: 25 dice: "El alma generosa será prosperada; el que saciare, él también será saciado"., lo cual implica en sí mismo el principio de causas consecuencias, pues todo aquello que hacemos en algún momento de nuestras vidas regresa.
Nuestro Padre Celestial, siempre desea para nosotros las mejores cosas, por eso, nos insta a que seamos generosos y amables con nuestro prójimo, a prestar una mano cuando más se necesita; pues llegará el día en el cual nosotros también la necesitemos.
¿Cómo puedes practicar la generosidad, hasta hacerla un hábito?
Puedes dar un poco de tu tiempo para apoyar a tu comunidad, ingresar a un voluntariado, poner a disposición tus conocimientos, realizar donaciones, dar palabras de aliento a quien sepas que lo necesita, publicar mensajes positivos en tus redes, donar las cosas que ya no necesites, dar un plato de comida, así como donar dinero no sólo a causas grandes sino también a aquellos que tu sabes que lo necesitan.
Parte de ser instrumentos para reflejar el amor del Santísimo, es fomentar día con día la generosidad.
Si tu respuesta es sí, replantéate la pregunta teniendo en consideración que ser generoso, es el hábito de dar o compartir con los demás sin recibir nada a cambio.
Es decir, que es al ser un hábito, forma parte de tu personalidad y es un comportamiento que constantemente reflejado diariamente.
Ahora bien, la biblia en Proverbios 11: 25 dice: "El alma generosa será prosperada; el que saciare, él también será saciado"., lo cual implica en sí mismo el principio de causas consecuencias, pues todo aquello que hacemos en algún momento de nuestras vidas regresa.
Nuestro Padre Celestial, siempre desea para nosotros las mejores cosas, por eso, nos insta a que seamos generosos y amables con nuestro prójimo, a prestar una mano cuando más se necesita; pues llegará el día en el cual nosotros también la necesitemos.
¿Cómo puedes practicar la generosidad, hasta hacerla un hábito?
Puedes dar un poco de tu tiempo para apoyar a tu comunidad, ingresar a un voluntariado, poner a disposición tus conocimientos, realizar donaciones, dar palabras de aliento a quien sepas que lo necesita, publicar mensajes positivos en tus redes, donar las cosas que ya no necesites, dar un plato de comida, así como donar dinero no sólo a causas grandes sino también a aquellos que tu sabes que lo necesitan.
Parte de ser instrumentos para reflejar el amor del Santísimo, es fomentar día con día la generosidad.
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