El ayuno agradable a Dios
En toda la biblia encontramos que desde la antigüedad, las personas ayunan como una ofrenda de sacrificio, arrepentimiento o muestra de dolor ante el Eterno; incluso nuestro señor Jesucristo ayunó por 40 días con la finalidad de prepararse en su ministerio (Lucas 4:1-13).
Además, destaca las instrucciones que Él dió respecto al ayuno: "Pero tú cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro, para no mostrar a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público" Mateo 6:17-18
Ya sabemos, que ayunar es privarnos de cualquier tipo de alimento por un lapso determinado de tiempo; durante el cual estaremos en oración, ya sea por una petición, por agradecimiento o como ofrenda al Altísimo.
Pero, ¿cuál es el ayuno que más le agrada al Santísimo?
En Isaías 58: 6-7 encontramos que el Todopoderoso expresó: "¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, y dejar ir libres a los quebrantados, y que rompáis todo yugo? ¿No es que partas tu pan con el hambriento, y a los pobres errantes albergues en casa; que cuando veas al desnudo, lo cubras, y no te escondas de tu hermano?"
Esto nos indica que si bien es cierto al Eterno le agrada que mientras ayunamos, elevemos oración y canto dirigidos a su divinidad; Él destaca que ha escogido por sobre todo tipo de ayuno, que nosotros hagamos acciones reales que reflejen su amor hacia otros pues Él enfatiza, que debemos quitar de nuestras vidas el dedo amenazador y acusador, el hablar vanidad, dar de nuestro a aquellos que lo necesitan sin menospreciarlos (Isaías 58: 9-10), como forma de ayunar, y es éste el que le deleita.
Es más, el Altísimo hace una promesa, que al ayunar de la forma en que a Él le agrada, responderá a nuestro clamor "Entonces invocarás, y te oirá Jehová; clamarás, y dirá Él: Heme aquí." (Isaías 58:9) y agrega que "Jehová te pastoreará siempre, y en las sequías saciará tu alma, y dará vigor a tus huesos, y serás como huerto de riego, y como manantial de aguas, cuyas aguas nunca faltan" (Isaías 58:11).
Esto nos indica que a nuestro Padre Celestial, le agrada que no sólo ofrezcamos oraciones y ayunos de abstención de alimentos, sino que seamos un reflejo de su amor para con los demás, tratando a otros de la forma en la que Él nos ha tratado, es decir, con amor y misericordia.
Sé un instrumento que refleja el amor de Dios, conviértete en un conductor de su misericordia y experimenta en tí mismo como ese amor del Todopoderoso se multiplica para tí y los tuyos.
El amor, entre más se dá más se multiplica; y cada buena acción te es devuelta con creces.
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