Sublime gracia


Como seres humanos, no estamos exentos de cometer innumerables errores a lo largo de nuestras vidas, pues no somos seres perfectos. Sin embargo, hay momentos en los cuales estos errores, acarrean consecuencias no sólo a la persona que lo comete, sino que también puede afectar a terceros, incluyendo a las personas que más ama.

Aveces, nuestros errores son cometidos de manera inconsciente, siendo la principal causa el desconocimiento; ante ello, la posibilidad de recibir indulgencia es alta; más no así cuando sabemos que lo que estamos haciendo está mal y aún así insistimos en realizar esas acciones; incluso, hay momentos en los que estamos conscientes que ese error nos puede traer consecuencias muy desagradables a nosotros y a nuestros seres amados; pero un sentimiento de poca importancia inunda nuestro pensamiento, lo cual permite que continuemos en ese camino.

Debemos tener presente que existe una ley de causa y consecuencia (efecto), pues para toda acción hay una reacción; cada uno de nuestros actos, ya sean estos positivos o negativos, conllevan en sí mismos consecuencias.

Tu y yo, hemos cometido tantos errores a lo largo de nuestras vidas, hemos lastimado a otras personas, y hemos ofendido a Dios con esos actos; por lo que debido a ello, no nos encontramos en estado de integridad.

Es allí cuando el inmenso amor del Eterno llega hasta nosotros, "Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aún estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos). Efesios 2: 4-5

A pesar de cometer innumerables errores, el Altísimo nos ama tan grandemente que perdona nuestras ofensas "Venid luego dice Jehová, y estemos a cuenta: si tus pecados fueren como la grana, como nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana" Isaías 1:18

No importa que tan sucio o indigno te sientas en este momento,  ni que tan pecador te consideres, el Todopoderoso te ama, y desea acercarse a ti, desea obrar en tu vida y transformar todo lo feo y malo que hay en ella en belleza y felicidad.

Sólo acércate a Él pues "Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros pues es don de Dios" Efesios 1:8.  Él está esperando por ti; solo tienes permitir que Él entre en tu vida y te transforme.

Y si te has alejado de Él, vuelve nuevamente a sus brazos.

Puedes hablar con Él y decirle: "Señor Jesús, yo te recibo hoy como mi único y suficiente salvador personal; creo que eres Dios, que moriste en la cruz por mis pecados y que resucitaste al tercer día. Me arrepiento, soy pecador. Perdóname Señor. Gracias doy al Padre por enviar al Hijo a morir en mi lugar. Gracias Jesús, por salvar mi alma hoy. En Cristo Jesús mi Salvador, Amén"

Recuerda siempre. el Altísimo te amó, te ama y continuará amándote eternamente.

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