¡Deléitate!
Hay un párrafo bíblico en Salmos 37: 4-5 que me ha llamado muchísimo la atención "Deléitate asimismo en Jehová, y Él te concederá las peticiones de tu corazón. Encomienda a Jehová tu camino, y confía en Él; y Él hará".
¿Pero, qué es deleitarse?
Deleitarse es un placer del ánimo (Capacidad humana de experimentar emociones y afectos, y de comprender), que nos genera satisfacción, agrado, dicha y nos complace. Es decir, algo que nos gusta muchísimo y que estamos dispuestos a hacer por el simple hecho que nos agrada bastante.
En ese sentido, cuando el salmista expresa que nos deleitemos en Jehová, nos indica que tomemos satisfacción en las cosas que a Él le agradan, en seguir sus preceptos y servirle por el simple hecho de que nos guste hacerlo, sin que esté de por medio alguna petición que nosotros hayamos puesto ante su santo trono; es decir, sin interés.
Y si nosotros logramos tomar complacencia en servir al Altísimo, Él nos concederá las peticiones que se encuentren en nuestro corazón; porque Él sabe lo que nosotros realmente deseamos, incluso aquellos deseos tan profundos que no somos capaces de expresarlos a ninguna persona, esos que guardamos con tanto recelo en nuestro interior y que si llegasen a materializar, nos darían gran contentamiento.
Asimismo, en dicho párrafo, el salmista expresa que encomendemos (encarguemos y pongamos bajo la protección del Eterno) nuestro camino (nuestra vida) a Él-, indicándonos que cada cosa, pensamiento, proyecto o acción que emprendamos, las pongamos en manos del Santísimo. Y la verdad, es que esto tiene lógica, nuestra mente es finita y nuestra sabiduría también; pero la mente y sabiduría de Dios no tiene límites, por lo que es mucho más apropiado tomar los consejos que vienen de su parte y permitir que Él nos guíe.
Además, nos indica que una vez encomendemos al Todopoderoso nuestro camino, debemos confiar en Él, porque Él va a obrar. Esa frase me produce completa tranquilidad. Sé que no todo en la vida saldrá como deseamos, pero aún en nuestros momentos más difíciles, en medio de las consecuencias negativas de nuestras decisiones, podemos confiar plenamente en Él, y Él va a disponer nuestra vida de tal forma que al final todo nos resulte bien; eso sí, sin descuidar la parte que como seres humanos nos corresponde realizar.
Así que, toma alegría en conocer al Eterno, en servirle.
Toma gozo en su amor y ten siempre presente que su bondad y misericordia siempre estarán disponibles para tí.
Acércate a Él y confía en la inmensidad de su amor hacia tí.
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