Tocando fondo
Es innegable que tarde o temprano, por diversas situaciones como seres humanos tocaremos fondo; sentiremos que hay cosas que nos sobrepasan en demasía y nuestras fuerzas se agotan hasta quedar casi nulas; y es cuando nos damos cuenta de cuan grande es nuestra debilidad.
Es en estos momentos tan críticos, que encontramos en Isaías 40: 28-31 lo siguiente: "¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance. El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como águilas; correrán y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán."
El Altísimo ha dicho claramente que Él puede renovar nuestras fuerzas; no importa que estemos en el fondo de un abismo y sintamos que nos estamos asfixiando. Él estará allí junto a nosotros para darnos fuerzas, para empezar de nuevo.
En ocasiones, el Eterno permite que atravesemos por situaciones tan difíciles que tocamos fondo; pero esto tiene una razón, y esa es la de aprender, pues aveces es necesario tener ese tipo de experiencias tan extremas para comprender, para tener una nueva visión de las cosas y saber que hemos dejado de lado lo que realmente importa y lo valioso que es aquello que el dinero no puede comprar.
Sabemos que cuando tocamos fondo, sentimos desesperanza, nos invaden pensamientos negativos y pesimistas, creemos que es el fin de nuestro mundo, que no hay nada que podamos hacer para remediarlo y que no hay salida alguna.
¿Sabes? Sí hay algo que puedes hacer, y eso es confiar en Dios, Él te dará aliento, lo ha prometido y cumplirá con su palabra.
El Todopoderoso te dice: "No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia" Isaías 41:10
Tú tienes que confiar el Él y esforzarte, si estás tocando fondo impúlsate con tus pies, ¡sube! nuestro Dios está junto a tí; no importa que creas que no hay solución; ¡Sí hay solución!, si no ves el camino ¡Él es el camino!.
El Altísimo no sólo estará contigo, Él te mostrará el camino, Él te dará la salida.
Él te ama profundamente.
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