Paz


Cuando nuestra alma, cuerpo y espíritu están en tristeza, angustia o soledad tendemos a dejarnos llevar por el llanto y la desesperación. Esas emociones naturales y humanas hasta cierto punto son buenas, pues nos permiten apreciar con mayor amplitud las bellezas de la vida cuando la tormenta ha pasado.

Probablemente en algún momento te has sentido acongojado/a, has experimentado la soledad aún estando rodeado de personas, y la tristeza ha embargado totalmente tu alma. Te has sentido derrotado, derribado, sin esperanza, y la fe parece estar a punto de romperse y ser inexistente; el dolor llega a ser tal que te inmoviliza y te vuelve incapaz de siquiera pensar y ver una salida a la situación que estas viviendo; te quedas como ausente y te invade la sensación de que el tiempo se detiene, se detiene en el dolor y nubla todo, los días son grises y las noches largas; incluso cada día que amanece parece ser una carga, te quedas en la orilla de tu cama sin fuerzas para iniciar el día y deseas solo dormir, dormir sin que nada importe, porque solo es durmiendo cuando te sientes un poco aliviado/a.

Si tu estas pasando por momentos muy duros en tu vida, no importa cual sea, el Altísimo tiene una palabra para tí, en Isaías 66:13 "Como aquel a quien consuela su madre, así os consolaré yo a vosotros..." Él está junto a tí en estos momentos grises y tormentosos, extiende su poderosa mano para consolarte, puedes llorar libremente en su regazo, no serás juzgado de ninguna manera.

El Eterno quiere que: "No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia" Isaías 41:10. Puedes acercarte a Él, su amor infinito y abundante puede llenar y consolar tu corazón, borrar tu angustia y hacerte ver cuan bello y hermoso es su amor, que se refleja a cada instante para tí cada vez que respiras.

El Todopoderoso te comprende grandemente y no le son indiferentes tus lágrimas ni tu dolor; si permites que Él te consuele y te acercas a Él, te dará esa paz que sólo Él puede dar, "Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús". Filipenses 4:7. 

A pesar del dolor innegable, de la tristeza, la soledad y la angustia el Eterno te dará su paz; su amor es tan grande que está dispuesto para tí. Acércate a Él, tomale de la mano y permite su consuelo.

Recuerda que Él te ama y que ante sus ojos eres valiosísimo, único/a e irreemplazable.

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