¡Esfuérzate!


Existe una sola cosa que admiro de las personas que son ateas, y es el hecho de que ellos cuentan únicamente consigo mismos, se esfuerzan y son tenaces, pues fuerzan a su mente a pensar que no obtendrán algún tipo de ayuda divina.

Las personas que creemos en la existencia de un Dios, aveces cometemos el error de no poner la parte que nos corresponde de esfuerzo en algo y después nos quejamos de que no recibimos el apoyo divino; olvidándosenos un importante mandamiento escrito en Josué 1:9 "Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en donde quiera que vayas".

Ese mandamiento no es de aplicación exclusiva para el Josué bíblico y su contexto, si no que en diferentes partes de la biblia encontramos la palabra "esfuérzate"; por ejemplo, en Salmos 27:14 dice: "Aguarda a Jehová; esfuérzate, y aliéntese tu corazón; sí, espera en Jehová".  Significando que si bien es cierto, el Altísimo siempre estará con nosotros apoyándonos, mostrándonos su amor infinito y su misericordia, no significa que Él hará todo, sino que siempre existe una parte que es únicamente nuestra competencia y que los únicos que pueden hacerla somos nosotros mismos.

Un ejemplo de lo que estoy hablando, podría ser: Si una persona, nunca ha trabajado, no tiene un empleo y le ruega al Eterno que le abra puertas y le de la oportunidad de tener un empleo, pero ni siquiera es capaz de hacer su propio currículum y mucho menos presentarlo a diferentes empresas, ¿creen ustedes que se obtendrá empleo así por así?. Obviamente no, incluso, hay un dicho popular que dice: "A Dios rogando y con el mazo dando".

Nuestro Dios espera que confiemos plenamente en Él, pero que también pongamos la parte humana que nos corresponde. Es innegable que al acercarnos al Altísimo  nos brindará oportunidades e incluso realizará milagros y acciones que pueden parecer inexplicables; y si te preguntas el porqué, la respuesta es sencilla: El hecho de que nos esforcemos por algo nos hace valorarlo y al mismo tiempo nos desarrollamos física y psíquicamente mejor.

Un claro ejemplo de ello lo vemos en la naturaleza; cuando los pollitos están por nacen se esfuerzan mucho para romper el cascarón del huevo, aquellos pollitos que lo rompen tal cual es la ley natural, son fuertes, mientras que aquellos que son ayudados a salir de sus huevos no son capaces de sobrevivir pues son débiles.

Es por ello que el Eterno nos madanta a que demos lo mejor de nosotros en todos los ámbitos de nuestras vidas, y si hacemos esto, sin duda alguna se hará aún más patente su presencia y su mano misericordiosa guiándo y prosperando nuestro camino.

Así que ten fe en ti mismo, confía ciegamente en Dios y esfuérzate como nunca antes para poder vivir la vida de manera que no te arrepientas de no haber realizado tu mejor esfuerzo.

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