¿Qué le ofreces a tu Dios?


En el primer capítulo de Malaquías hay tres versículos que realmente me impactaron y me hicieron reflexionar sobre lo que ofrezco al Eterno; principalmente por que es un reclamo que Él hace respecto a las palabras que nosotros utilizamos cuando nos dirigimos a Él y cómo éstas no corresponden con nuestro comportamiento .

"El hijo honra al padre, y el siervo a su señor. Si, pues soy yo padre, ¿dónde está mi honra? y soy señor ¿dónde está mi temor? dice Jehová de los ejércitos a vosotros, oh sacerdotes que menospreciáis mi nombre. Y decís: ¿En qué hemos menospreciado tu nombre?. En que ofrecéis sobre mi altar pan inmundo. Y dijisteis: ¿En qué te hemos deshonrado? En que pensaís que la mesa de Jehová es despreciable. Y cuando ofrecéis el animal ciego para el sacrificio, ¿no es malo? Asimismo cuando ofrecéis el cojo o el enfermo ¿no es malo? Preséntalo, pues, a tu príncipe; ¿acaso se agradará de tí, o le serás acepto? dice Jehová de los Ejércitos." Malaquías 1: 6-8

¿Cuántas veces al orar  nos dirigimos a Dios como "Padre" o "Señor" para presentarle nuestras peticiones y pedir su apoyo? Creo que todo el que ha elevado una oración seguramente ha dicho alguna de estas dos palabras.

Entonces, ¿le respetas y le temes?, probablemente me digas que sí; entonces de ser afirmativa tu respuesta dime, ¿qué le ofreces a tu Dios?.

Si le respetas y le temes, ¿cuántas horas al día dedicas para hablar con Él? ¿Cuántas horas lees la biblia? ¿cuál es tu comportamiento para con los demás? ¿Se refleja el amor de Dios en tí para con tu prójimo?

Cuando estamos enamorados tendemos a estar pendiente de la otra persona, queremos estar siempre a su lado y querer hablar con él/ella a cada minuto y estamos muy pendientes; le hacemos regalos bonitos y procuramos pasar todo el tiempo posible junto a él/ella.

Incluso, cuando vamos a hablar con alguien "importante" procuramos estar lo más presentables posibles, somos sumamente respetuosos e incluso procuramos llevar algún presente bonito para agradarle, más si le haremos alguna petición; incluso nos tomarnos fotos para presumirlo en nuestras redes sociales; y esto que ese alguien es sólo una persona que no es más que tú o yo.

Entonces surge la pregunta, ¿Eso mismo hacemos para con Dios? O simplemente le damos los segundos que nos sobran al final del día, y algunas horas - si es que estamos de ánimos -  a la semana para ir a la Iglesia.

Pareciera que aveces se nos olvida que Él es un Ser Supremo, y nos comportamos de maneras impropias a su dignidad y divinidad; sé que nosotros somos simplemente humanos, pero ¿Te gustaría que alguien a quien amas te dedicara sólo el tiempo que le sobra y te visitara unas horas a la semana -si se acuerda- ?

Seguramente no, ¿entonces porqué lo hacemos?

El Eterno nos ama tan profundamente que también se duele de nuestra indiferencia y de lo poco o nada que nosotros le retribuimos, a pesar de llamarle "Padre" o "Señor", realmente no le reconocemos como tal.

Dime, ¿cómo te sientes cuando hay una persona que solamente se comunica contigo cuando necesita tu ayuda y tiene problemas; olvidándote el resto del tiempo? ¿cómo reaccionas?

Dios a pesar todo esto, de nuestra actitud, nos sigue amando inmensamente, tanto así, que contesta cada una de nuestras oraciones, a pesar de no merecerlo.

Entonces ¿no te parece Él es digno que le ofrezcas lo mejor de tí cada día?

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