Justificados
Leyendo un poco la biblia, encontré un texto por demás interesante en Romanos 5:1 "Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo" .
Me llamó muchísimo la atención la palabra justificados, si bien es cierto, tenía una idea sobre el significado de la misma, decidí buscarla en un diccionario y encontré que existen dos tipos de justificación una activa y una pasiva.
La primera es cuando una persona presenta sus actos como admisibles y que no parezca inadecuado, censurable o inoportuno ante una autoridad, ante si mismo o ante los demás. La segunda, es en la que una autoridad presenta los actos de una persona como justos.
Significa esto que nuestros actos considerados inadecuados y censurables (incluso desde la óptica humana) que no nos hacían merecedores de la gracia de Dios, han sido justificados por medio de la sangre de nuestro Señor Jesucristo, teniendo como base la fe en Él, lo que nos hace limpios ante los ojos del Eterno y nos da la confianza de acercarnos por medio de la oración para alcanzar misericordia en cualquier situación de nuestra vida.
En este punto me surgió una duda, una vez que por medio de la fe en nuestro Señor Jesucristo hemos sido limpiados, y tomamos decisiones que son erradas y riñen con lo que es correcto y justo para nosotros y los demás, ¿Seguiremos siendo justificados?.
La respuesta es sí, lo seremos, siempre y cuando reconozcamos que en nuestra humanidad hemos errado, actuando de una manera reprobable y nos arrepintamos evitando volver a comportarnos de esa forma.
Es indiscutible que a lo largo de nuestras vidas, cometeremos enormes errores y no siempre nos comportaremos de una forma apropiada, sino que habrán ocasiones en los que nuestros actos dañarán no solo a nosotros mismos, sino a terceros, incluso a aquellos que decimos amar.
Es por ello que sólo al entender que por medio del sacrificio que hizo Jesús en la cruz, hemos sido justificados -aún sin merecerlo- y que tenemos entrada al trono de la gracia, podremos comprender la inmensidad del amor de Dios hacia cada uno de nosotros.
Él nos ama inmensamente, y eso está bellamente expresado en Romanos 5:8 "Más Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros".
Tú puedes sentir su amor, sólo eleva una oración a Dios, Él es justo y misericordioso; seguramente te oirá, pues aunque tú no logres verlo, Él te muestra su amor cada día, en cada pequeño detalle, incluso en medio de las dificultades que puedas tener.
Estás vivo/a y eso es grandioso.
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