¿Somos Atalayas?
Al leer el libro de Ezequiel, me percaté que desde el inicio se le encomienda a éste profeta que hable al pueblo de Israel, que se había rebelado a los mandamientos de Jehová y les amonestara. Llama poderosamente la atención el hecho que Dios mismo le dice "Mas cuando yo te hubiere hablado, abriré tu boca, y les dirás: Así ha dicho Jehová el Señor: El que oye, oiga; y el que no quiera oír, no oiga; porque casa rebelde son " (Ezequiel 3:27); es decir que el Eterno enviaba a una persona a amonestarles para que tomaran conciencia de que habían errado, ya sea que éstos quisieran o no escuchar. Ésa misma palabra, sobre aquel que quiere oír que oiga, se repite en varias partes de la biblia; por ejemplo en San Mateo 11:15, San Marcos 4:23, Apocalipsis 2:11 y 3:13. Significando que Dios envía un mensaje a todas las personas, y quien quiere escucharle puede hacerlo perfectamente. Ahora bien, ¿cuál es nuestra responsabilidad como personas creyentes de la existencia de un Ser...