¿Quíen guía tu camino?



Considerando el recorrido de mi vida hasta hoy, no puedo negar que he cometido enormes errores, y si bien es cierto he aprendido hubiese preferido no haberlo hecho.

En Salmos 25: 4-5 encontramos al Rey David implorando a Dios para que guíe su camino el dice: "Muéstrame oh Jehová tus caminos; enséñame tus sendas. Encamíname en tu verdad, y enséñame, porque tú eres el Dios de mi salvación; en tí he esperado todo el día".

Reflexionando, me he dado cuenta que cada vez que cometí esos errores - muchos de los cuales me costaron lágrimas - y tomé decisiones que no eran la más apropiadas nunca le pedí a Dios que me guiara, simplemente consideré más importante mi juicio, raciocinio y deseos, fuesen estos positivos o negativos.

Es por eso que no puedo evitar preguntarme ¿Qué hubiera pasado si antes de tomar una decisión hubiese implorado al Eterno que me guiase?. Seguramente no habría sufrido de manera innecesaria y quizás mis condiciones actuales en todas las esferas de mi vida fueran totalmente diferentes.

Pero soy un simple ser humano, y como tal cometo errores de todo tipo, incluso de aquellos que la sociedad en su doble moral tiende a juzgar con crueldad - lo cual es únicamente una consecuencia de esas decisiones erradas - y estoy segura que, en lo que me resta de vida, cometeré miles más.

Si la sociedad nos juzga sin piedad ¿Dios lo hace? La respuesta es no. El comprende nuestra humanidad porque somos su creación, y conoce nuestras debilidades aún aquellas que nosotros no conocemos o que no estamos conscientes de que las tenemos.

¿Sabes? No importa cuánto nos hayamos equivocado, Él nos ama de manera tan profunda, que no desea que suframos, pero si en nuestro libre albedrío erramos y obtenemos consecuencias no gratas como dolor o sufrimiento, Él en su infinita misericordia nos consuela y nos tiende una mano que nos apoya sin juzgarnos.

Entonces, qué te parece si tomas un momento y reflexionas sobre tu vida, identificas esos episodios en los que has tomado decisiones cuyas consecuencias han sido negativas para tí y que te ha costado lágrimas, dolor y sufrimiento; y te preguntas ¿Quíen guió tu camino en esos momentos? y luego miras un poco hacia el futuro preguntándote ¿Cómo te gustaría vivir tu vida de aquí en adelante?

Si tu, pides a Dios que guíe tu camino, tal como lo hizo el Rey David, Él seguramente y sin temor a equivocarme te guiará.

Y si te preguntas cómo puedes implorar su guía, la respuesta es simple, eleva una oración a Dios, por ejemplo le puedes decir: Padre, por favor guía mi camino, ayúdame a tomar la mejor decisión para mi vida, y le cuentas cuál es tu situación. Te recomiendo que además tomes unos segundos para leer un poco la biblia. Verás como Él no tarda en responder.

No pierdes nada, haz la prueba.

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